Desde el grupo de Judiciales del CPGSSTS CABA consideramos imprescindible no solo una reforma judicial con perspectiva transfeminista, sino también se implementen medidas efectivas para erradicar discursos y prácticas de odio en particular, hacia el movimiento de mujeres y disidencias.

En los últimos días una serie de hechos cobraron notoriedad y estado público a través de diferentes medios de prensa; el accionar del juez Alfredo López, responsable del Juzgado Federal Nº4 de Mar del Plata , quien suspendió esta semana la aplicación en todo el país de la Ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), más allá de su interpretación del plexo normativo. Se viralizaron comentarios y opiniones suyas en redes sociales con mensajes discriminatorios y de odio . (https://www.pagina12.com.ar/347650-el-discurso-de-odio…)

Poco tiempo antes, el Fiscal Castro, fue removido de sus funciones luego de acreditarse numerosos hechos cometidos, dirigidos a diferentes personas, de diferentes ámbitos y a lo largo del tiempo, caracterizados por el ensañamiento con mujeres y dependientes, entre los cuales se comprobó que el mismo tuvo un mal desempeño, violaciones al deber de observar buena conducta, falta de idoneidad exigido por el rol que ocupa en la función pública y ejercicio abusivo de su poder, dentro y fuera de sus funciones. (https://www.lanacion.com.ar/…/destituyen-al-fiscal…/…)

Otro hecho a mencionar es el ocurrido en el concurso para acceder a Juez donde un postulante no pudo dar respuesta a la pregunta sobre qué significa el «techo de cristal» (https://www.clarin.com/…/insolita-respuesta-aspirante…)

Otro ejemplo del atravesamiento del orden patriarcal, es lo sucedido y también conocido recientemente, en otra Institución del Estado auxiliar de la Justicia como en este caso es la Policía donde el Comisario Villegas esgrimió una serie de argumentos por los cuales las alumnas debian someterse a relaciones sexuales (https://www.infobae.com/…/escandalo-en-una-escuela-de…/)

Estos son algunos casos que tomaron estado público gracias al accionar de quienes lograron romper con el silencio.

Como colectivo profesional, queremos hacer pública toda nuestra solidaridad, apoyo y acompañamiento a las víctimas de acoso sexual, laboral y abuso de poder, especialmente a aquellas quienes denuncian y presentan su testimonio, aportando a que este tipo de situaciones definitivamente sean desterradas de las practicas institucionales y personales, de aquellos quienes las operan.

Como profesionales también consideramos necesario problematizar el uso de terminología relacionada a personas con padecimientos mentales para desprestigiar a una persona y desvirtuar el contenido de una denuncia, ya que cientos de veces cuando las mujeres denuncian son tildadas de «locas» u otras calificaciones similares, por lo que urge la implementación de buenas prácticas en términos de la Ley 26657 (LNSM), la implementación de la Ley 27.499 (conocida como Ley Micaela), la Ley Brisa (27.452).

Entendemos que la creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades es un paso importante en el fortalecimiento de la Política Pública, así como la existencia de unidades especializadas en violencia de género, pero si no hay un cambio a nivel social, pudiendo identificar no solo las situaciones de violencia física, psicológica, sexual, económica, simbólica, etc, sino también con la identificación de micromachismos que reproducimos y/o suceden alrededor nuestro, y un pleno acceso a organismos de denuncias con el consiguiente acompañamiento, no se podrá garantizar la equidad de género y una vida sin violencia.