LA VEJEZ NO ES ENFERMEDAD

Frente a la difusión en diversas redes internacionales de la posible incorporaciónde la vejez como enfermedad en el International Code of Diseases (ICD) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este Consejo Profesional expresa:
Los procesos de envejecimiento se construyen singular y colectivamente. Cada sociedad, cada cultura, cada época, construye un determinado modo de envejecer. Mientras que desde los procesos biológicos pueda constatarse una disminución de los potenciales y un aumento del declive con la edad, desde los procesos psicológicos y sociales el envejecimiento puede implicar crecimiento y aumento de los potenciales en estas áreas. De esta forma, la vejez se constituye en una etapa del desarrollo humano donde, con ganancias y pérdidas, existe una mayor multiplicidad de factores determinantes y gran variedad interpersonal en sus dimensiones y manifestaciones, siendo necesario para su análisis y configuración una perspectiva compleja, que incluya el proceso de envejecimiento en sus diferentes dimensiones.
Varios estudios en el área efectuados desde la perspectiva del Trabajo Social han puesto de manifiesto cómo las múltiples exclusiones a las que se ven actualmente condenadas millones de personas -sean estas por exclusión económica, desigualdad social, por discriminación según edad o raza, por carencias afectivas o por imposición colonización cultural- producen devastadores efectos sobre los cuerpos y sobre los vínculos.
La Convención Latinoamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores define “vejez” como una construcción social, como un proceso gradual que se desarrolla durante el curso de la vida y que conlleva cambios biológicos, fisiológicos, psico sociales y funcionales de variadas consecuencias en interacciones dinámicas y permanentes entre el sujeto y su medio, sin que estas alteraciones constituyan por sí misma una enfermedad, que la Convención establece el deber de erradicar los viejismos, entre los cuales se encuentra la asociación acrítica de la vejez como enfermedad.
Mencionada conceptualización consolida aquellos factores que hemos denunciado en distintos foros de nuestro medio:
• Contribuyen a la fragmentación de la persona, lo biológico desagregado de lo psico social, generando un retraimiento de todos los esfuerzos en bien de incrementar la integración de visiones mediante las tareas inter y transdisciplinarias.
• Efectúan una interpretación reduccionista de la situación social de las personas mayores.
Cuando pensamos en el “Trabajo Social en el campo Gerontológico” estamos poniendo en escena a la intervención, lo que nos invita a pensar la constitución del sujeto de nuestra praxis en su totalidad. La intervención de Trabajo Social se entrelaza al mecanismo más abarcativo que la sociedad define en cada época para dar respuesta a las manifestaciones de la cuestión social.
Consideramos el envejecimiento y la vejez como un complejo proceso multicausal y multidimensional, que implica para las y los profesionales que en él intervenimos un posicionamiento abierto a los nuevos paradigmas científicos, desde una visión compleja de las personas en constante situación de envejecimiento y encuentro con otros.
Las intervenciones sociales encuentran su piso de sustentación en la visión que impulsa las políticas de reconocimiento de los derechos de las personas mayores. En tal sentido, una exigencia ético-política consiste en considerar a las personas mayores como sujetos políticos y no meramente como sujetos de las políticas, permitiéndoles ser parte de lo nuevo, de la invención, de la creación de lo social a partir de prácticas inclusivas.
Por todo lo expuesto, desde el Consejo Profesional de Graduados en Servicio Social o Trabajo Social, de CABA, afirmamos que no se debe considerar a la vejez como enfermedad en el International Code of Diseases (ICD). Tanto en la vejez, como en las otras etapas de la vida, se producen lesiones o trastornos que son vividos por las personas pero que no las definen como tal. Considerar estos procesos como definitorios de las personas es un acto erróneo que promueve la naturalización de estereotipos y prejuicios que fortalecen las miradas viejistas entrando en clara contradicción con el derecho las personas mayores a una vida digna libre de violencias.
#BastadeViejismosCortemosConLaDiscriminacion
#VejezNoEsEnfermedad