Campaña Democracia y Trabajo Social.
40 años de Resistencias y Conquistas Por los Derechos al Hábitat Saludable y Vivienda Digna

Durante estos 40 años de democracia hemos atravesado diferentes modelos sociopolíticos de Estado con una directa relación sobre la vivienda, el ambiente y el hábitat.

Entre ellos, la conquista del derecho a vivir en la Ciudad desde la recuperación democrática, que puso fin definitivamente a las topadoras que arrasaron barrios populares y pretendieron hacer desaparecer a las villas y a sus habitantes.
A través de estos 40 años de democracia la lucha de las organizaciones de habitantes en todo el país se ha ampliado y fortalecido: del acceso a la vivienda, a la integración sociourbana de los barrios populares, fue largo el camino recorrido en la premisa de que la ciudad – el entorno urbano, el barrio – es producto de la creación y la participación activa de todos/as los/as que la habitamos, que el mercado de suelos y viviendas debe ser regulado por el Estado y que la calle no es un lugar para vivir.

También hemos tomado consciencia de la importancia de adquirir prácticas que sean ambientalmente sustentables en torno a la vida en la ciudad, desde la gestión de los residuos hasta la elección de ciertos tipos de energía, y la defensa de los espacios públicos y el acceso a la naturaleza para todos/as, que hacen a la calidad de vida, la salud y a los derechos ambientales.

El cuidado de los recursos naturales de la Argentina es un eje central hoy de la soberanía nacional y de la vida democrática, que se moviliza mediante la protesta social en su defensa. Porque la protección de los Derechos Ambientales hace a la posibilidad de ejercicio de nuestros Derechos Humanos.
Es más que evidente que el ejercicio efectivo de los derechos a la vivienda, al hábitat y al ambiente sano sólo es posible si se regula y se controla desde las políticas públicas el hambre feroz del capital por controlar la tierra y la vivienda como mero valor de uso.

Sólo con más Estado podremos conquistar el derecho a la vivienda para todos/as, sólo con más democracia podremos recuperar el espacio público para la convivencia armoniosa.
Como Consejo Profesional de Graduades en Trabajo Social comprendemos que el ejercicio ético de la profesión nos convoca a defender los derechos conquistados y a seguir conquistando otros, siempre desde una perspectiva plural, democrática y que aspira a la justicia social.

La Democracia es querer que ganemos todas/os/es. Sigamos cuidando nuestros derechos.