Comunicado sobre la situacion de precariedad laboral en CABA

Habiendo transcurridos más de cuatro meses de Aislamiento Social Obligatorio, en función de la pandemia, la Comisión Directiva de este Consejo Profesional, conformada por las listas Azul (mayoría) y Roja (minoría), expresa preocupación y denuncia por las situaciones de precariedad laboral y de las políticas públicas en las que se encuentran trabajando distintes colegas que se desempeñan en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, viendo peligrar su salud y la de las poblaciones a las que se acompaña, sus fuentes de trabajo e ingresos en el marco de la emergencia socio sanitaria que estamos viviendo.
Se han recibido numerosas consultas en la institución, y se propiciaron encuentros colectivos con profesionales que se desempeñan en distintos ámbitos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en particular el Ministerio de Hábitat y Desarrollo Humano, y el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes que dan cuenta de situaciones de vulnerabilidad en las que se enmarca el trabajo cotidiano de les colegas, sometides, en algunas ocasiones, a presiones para concurrir a espacios de trabajo o realizar tareas que no cuentan con condiciones de salud y seguridad laboral adecuadas. Entre ellas se pueden mencionar la escasez de elementos de protección personal, problemas para garantizar testeos e hisopados, obstáculos para la correcta aplicación de protocolos (por ejemplo en el armado de contactos estrechos), deterioro de infraestructura que complejiza un acompañamiento acorde y que expone a riesgos de contagio.
Un punto nodal tiene que ver con la escasez de personal para poder realizar las tareas de cuidados fundamentales en un contexto de estas características. Ello genera sobrecarga en la planta de trabajadorxs y dificulta las posibilidades de desarrollar medidas de cuidado, como ser el desdoblamiento de equipos que permiten una menor rotación colaborando así con menores posibilidades de ingresar el virus a instituciones de alojamiento. Asimismo, la menor rotación de personal, acompaña el sostenimiento y fortalecimiento de la dimensión vincular, imprescindible para el abordaje de situaciones sensibles de vulneración de derechos. Resulta preocupante que se supla la incorporación de personal con trabajadorxs terciarizadxs vía ONGs, lo que favorece la privatización de la política pública, a la par que expone a quienes desarrollan tareas en esa condición irregular de contratación que carece de acceso a derechos básicos como por ej. ART. El mismo cuadro de situación se presenta para las denominadas asistencias técnicas, quienes forman parte de la planta del personal estatal pero en condiciones muy adversas frente a las otras modalidades, a pesar de realizar las mismas tareas.
Para aquellas y aquellos que tienen hijes en su hogar les representa una gran preocupación ya que, a la extensión de la jornada laboral, se le suma la dificultad para preservar a su entorno familiar de las complejas problemáticas sobre las que intervienen.
Si bien la precarización y las pésimas condiciones laborales son estructurales y anteriores a este contexto, la situación se agrava pues los que deben realizar tareas en forma presencial, ya sea en espacios convivenciales o en tareas territoriales no cuentan con los elementos mínimos de protección y cuidado, del mismo modo, quienes cumplen tareas de teletrabajo deben usar sus propias redes de conexión, computadoras y teléfonos.
A todas estas situaciones, que provocan un riesgo innecesario de los equipos de trabajo, se le suma la escasa disponibilidad a recursos asistenciales ya que «muchos Programas dejaron de brindar servicio por la pandemia» -cerraron programas y reasignaron personal- así como escasa «planificación en emergencia». Asimismo se imponen restricciones para el acceso a derechos fundamentales como el acceso a la alimentación, la vivienda, entre otros.
Por esto como Consejo Profesional acompañamos los reclamos en torno a las condiciones de precariedad laboral, siendo que ello redunda directamente en menores posibilidades de desarrollo de un trabajo de calidad acorde a las problemáticas de abordaje, así como también en descuidos concretos sobre les trabajadores. Por ello acompañamos la necesidad de generar el pase a la planta permanente de les profesionales que no están incluides en la misma y de todo el personal que se encuentra contratado en condiciones de precariedad, la urgente recomposición salarial, así como que se otorguen las licencias por prevención de stress para quienes se encuentran dessrrollando estas tareas que fueron denominadas como esenciales. Asimismo se requiere garantizar el acceso a las licencias para quienes se encuentran en grupos de riesgo.
Por último, abrimos el espacio y el debate a pensar la «post pandemia», ya que es una discusión fundamental, para evaluar y prever las condiciones edilicias en la que los y las trabajadoras realizaremos nuestra tarea profesional y de qué manera se podrán continuar desarrollando nuestras intervenciones profesionales, tanto en las sedes de trabajo como en espacios tan particulares como los dispositivos convivenciales y las actividades en territorio. Ello además requiere de preveer todas las medidas de cuidados necesarias para los equipos de trabajo y las poblaciones usuarias.
En este contexto, el Consejo Profesional continua a disposición de les matriculades, sea para consultas en forma individual como para pensar espacios colectivos, considerando que las condiciones de trabajo inciden en el quehacer profesional, en las comunidades con las que trabajamos y en la calidad de las políticas públicas con las que intervenimos cotidianamente.
Comisión Directiva Consejo Profesional de Graduadxs en Servicio Social y Trabajo Social de CABA