Durante estos 40 años de democracia hemos atravesado diferentes modelos sociopolíticos de Estado con una directa relación sobre la organización del trabajo y los derechos de las/os/es trabajadoras/es.
Entre ellos queremos enunciar la convalidación realizada por la Convención Constituyente de 1994 respecto del Art 14 bis de la Constitución Nacional, el que fuera anteriormente derogado por la dictadura militar; la que a la vez llevó a cabo una brutal represión, persecución y exterminio del movimiento sindical.
Este artículo constitucional -hoy puesto en cuestión en la arena política- garantiza condiciones dignas y equitativas de labor, la jornada limitada, las vacaciones pagas, un salario mínimo vital y móvil, participación en las ganancias, protección contra el despido, la organización sindical, la concertación de convenios colectivos de trabajo y el derecho a huelga.
Por otra parte, también reconocemos los derechos adquiridos en materia de seguridad social en lo que hace al régimen jubilatorio y de pensiones y su ampliación con enfoque de género, principalmente mediante la universalización de las asignaciones familiares y por hijo y la jubilación para amas de casa; así como las últimas leyes de cupo travesti/trans.
Como Consejo Profesional de Graduades en Trabajo Social comprendemos que el ejercicio ético de la profesión tendiente a la promoción social de personas atravesadas por problemáticas complejas, requiere de contar con condiciones laborales dignas y saludables, por las que debemos continuar luchando.
La Democracia es querer que ganemos todas/os/es. Sigamos cuidando nuestros derechos.